El estudio ha contribuido a evaluar anatómicamente el nervio tibial y su vasculatura. Se han utilizado diez cadáveres preservados (5 hombres, 5 mujeres) para este estudio. Cada cadáver fue inyectado con látex rojo y a través de inci- siones el nervio tibial fue expuesto al nivel de la bifurcación del nervio ciático. El nervio tibial en el 85 % de los cadáveres se localizó entre los tercios medio e inferior en el ángulo superior de la fosa poplítea; mientras que en el 15 % de los cadáveres estaba presente debajo del músculo piriforme en la región glútea. La longitud total media del nervio tibial fue de 65,26±14,42 cm en hom- bres y 64,79±67,61 cm en mujeres, sin diferencias significativas. Su diámetro total se situó en una media de 5,51±1,55 mm, con una media de 4,11±0,88 mm en la fosa poplítea y una media de 3,24 ± 0,81 mm en su terminación profunda al retináculo flexor en cadáveres masculinos. En mujeres; Las medias fueron 5,11±0,21 mm, 3,97±1,78 mm y 3,14±0,03 mm, respectivamente, sin diferencia significativas. Se concluyó que el nervio tibial tiene suficiente y buen suministro de sangre. Además, se puede utilizar como injerto de nervio vascularizado alogénico para reparar nervios importantes después de la recuperación de miembros.
PALABRAS CLAVE: Tibia; Arteria peroneal; Arteria tibial posterior; Injertos de nervios vascularizados.