La ruptura del ligamento cruzado craneal corresponde a la causa más común de cojera en el canino, siendo poco clara su etiología. En la práctica el diagnóstico de la patología se realiza mediante pruebas clínicas ortopédicas, las que corresponden a la prueba de cajón y la prueba de compresión tibial. El desarrollo de diferentes soluciones quirúrgicas incorpora osteotomías a nivel de la tuberosidad tibial, proceso que presenta riesgos frente a una isquemia ósea postquirúrgica. Las descripciones de la anatomía vascular de esta zona de la articulación son escasas y permanecen pobremente representadas en los textos de anatomía. El objetivo de este estudio fue describir el origen de la irrigación de la epífisis proximal y diáfisis en su tercio proximal de la tibia en el perro, mediante la inyección de medio de contraste mezclado con tinta china a través de dos vías arteriales diferentes, incluyendo una radiografía simple previa a la inyección y otra contrastada posterior a la inyección. Se evaluó un total de 48 miembros pélvicos de perros, organizados en tres grupos. En todos los grupos se obtuvo presencia de tinción en la tuberosidad tibial, tanto por vasos originados desde la arteria poplítea, así como también por vasos originados desde la arteria femoral.
PALABRAS CLAVE: Anatomía; Perro; Irrigación; Tibia.