El objetivo de este estudio fue establecer los perfiles antropométricos y físicos de jóvenes futbolistas de acuerdo con su posición de juego y determinar su relevancia para el éxito de la competencia. Ciento veinte jóvenes futbolistas participaron en el estudio. Jugadores de 19 años de edad fueron clasificados en los siguientes grupos: defensores (n = 40), mediocampistas (n = 40) y atacantes (n = 40). Se midieron las variables antropométricas de los participantes (altura, peso, índice de masa corporal, 4 pliegues cutáneos, 2 diámetros y 2 perímetros). Además, se calculó su somatotipo y composición corporal. Los participantes realizaron el protocolo de prueba de cinta de andar de Bruce y la prueba intermitente Yo-Yo para estimar su VO2 máx. relativo, pruebas de velocidad (5 m y 20 m planos), 2 pruebas de salto (contraataque y prueba de salto de pie), 3 pruebas para evaluar la agilidad (Illinois con balones y sin balones, y 505-test) y siete pruebas de condición física para evaluar la potencia, la velocidad, la agilidad, la flexibilidad, la frecuencia, la potencia de los músculos abdominales y el equilibrio. El análisis de varianza (ANOVA) se utilizó para determinar las diferencias entre las posiciones del equipo. Sobre la base de los resultados obtenidos, se puede establecer que los jugadores que juegan en la posición del medio campo tienen menos altura corporal, peso y logran menos resultados en las pruebas de condición física, en comparación con los defensores y atacantes: carrera de 20 metros de Illinois, golpeo de piernas, abdominales en 30 segundos, pero mejores resultados en las pruebas 'sentarse y alcanzar', 'flamingo' y las pruebas de evaluar el consumo máximo de oxígeno. Los jugadores de ataque tienen menos valores en los pliegues cutáneos y logran mejores resultados en una prueba de carrera de 5 metros y en salto largo, en comparación con los centrocampistas y defensores. Los resultados obtenidos pueden servir como índices morfológicos-funcionales normativos para el control médico regular de los jóvenes futbolistas en Kosovo. También pueden usarse como un modelo de comparación de datos morfológico-funcionales entre jóvenes futbolistas de niveles similares en diferentes países.