Desde la aprobación de la Nomina Anatomica de Basilea (BNA, 1895), Nomina Anatomica de Jena (JNA, 1933) y Nomina Anatomica de Paris (PNA, 1955) y sus posteriores ediciones, siempre fueron incorporados términos de variaciones anatómicas. En las dos primeras ediciones de Terminologia Anatomica (TA) (1998 y 2019), es posible encontrar numerosos términos anatómicos, colocados entre paréntesis, que indican que ellos, de acuerdo a su definición anatómica, no constituyen una normalidad. Cabe preguntarse ¿cuáles fueron los criterios para incorporar estos términos? Conocedores de la enseñanza anatómica, sabemos que normal es un concepto con un fuerte componente estadístico. Siempre se ha señalado que en la normalidad anatómica el criterio más importante es el estadístico, es decir, que la estructura anatómica se encuentre en el mayor porcentaje de la población, en general, sobre el 50 % de los casos. En consecuencia, aquellas estructuras que en número están bajo del promedio estadístico, no deben considerarse normales desde el punto de vista anatómico. El concepto de normalidad en anatomía humana es diferente al concepto de normalidad en un paciente, ya que en este caso normal se considera cuando la persona no está incubando o padeciendo una enfermedad. En este artículo presentamos una serie de términos incorporados a TA y que, desde nuestro punto de vista, no debiesen constar en ella. Por otra parte, indicamos algunos que, con mayor porcentaje estadístico, producto de resultados de exhaustivos trabajos de investigación, no fueron incorporados en dicha Terminología.
PALABRAS CLAVE: Terminologia Anatomica; Variaciones anatómicas; Términos anatómicos.