La pandemia por COVID-19 provocó varios cambios en la enseñanza de la anatomía humana, entre ellos el uso de diferentes metodologías de enseñanza basadas en E-learning. Sin embargo, los estudios que evalúan las herramientas electrónicas no han proporcionado evidencia clara de un aprendizaje efectivo de los estudiantes. Este fue el primer estudio que evaluó a estudiantes de medicina luego de cursar cursos de anatomía humana en la modalidad E-learning. Reclutamos estudiantes de medicina de primer término (Grupo A, n=25) y segundo término (Grupo B, n=13). Se aplicó una evaluación práctica basada en 50 marcas de anatomía humana sobre especímenes anatómicos reales y cadáveres, para ser completado en el Cuestionario 01 (Fase I). Tras detectar puntuaciones bajas en el Cuestionario 01 por parte de ambos grupos, se aplicó un sistema de tutorías prácticas y presenciales durante 14 días (Fase II). Posteriormente, reevaluamos ambos grupos repitiendo las mismas puntuaciones (Cuestionario 02, Fase III). Según el análisis apareado de los cuestionarios 01 y 02 por la prueba T de Student, ambos grupos mostraron aumento significativo en los puntajes finales obtenidos en el cuestionario 02 (Fase III). La evidencia mostró que el sistema de conferencias en formato remoto debilitó el proceso de aprendizaje y retención de conocimientos anatómicos básicos por parte de los estudiantes de medicina. Por otro lado, la docencia práctica presencial demostró ser eficiente en el proceso formativo de los alumnos, hecho que demuestra el aumento significativo de las puntuaciones de los alumnos en el cuestionario 02, para ambos grupos.