Ruijia Gao & Di Li

El aceite de coco virgen (ACV) se ha utilizado tradicionalmente con fines medicinales, como para aumentar la fuerza y controlar el sangrado. Su uso prolongado se basa en sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antiseborreicas. Esta investigación tuvo como objetivo investigar los mecanismos subyacentes a los efectos antiinflamatorios y antiseborreicos del ACV, centrándose especialmente en el recrecimiento capilar y la dermatitis seborreica (DS), examinando su capacidad para reducir la producción de sebo y prevenir la caída del cabello. El estudio involucró a 50 ratas Wistar divididas en cinco grupos (n=10 cada uno): un control normal, un grupo inducido con 0,6 % de dinitrofluorobenceno (DNFB) a 3 mg/kg, un grupo DNFB tratado con 5 mg/kg de ACV, un grupo DNFB tratado con 10 mg/kg de ACV y un grupo normal tratado con 10 mg/kg de ACV. Al final del experimento, analizamos el tejido cutáneo para determinar los niveles de citocinas inflamatorias clave (IL-6, IL-1β, IL-10 y TNF-α), junto con marcadores de estrés oxidativo como la capacidad antioxidante total y la peroxidación lipídica. También evaluamos la expresión de genes y proteínas, incluyendo MMP-9, MMP-2, CCR-5 y VEGF, en el tejido cutáneo. Nuestros hallazgos revelaron que la administración de DNFB indujo alteraciones significativas en el estado antioxidante, biomarcadores inflamatorios y la expresión de genes y proteínas relacionados con SD. El tratamiento con ACV mostró una mejoría dependiente de la dosis, especialmente con 10 mg/kg, revirtiendo estos cambios. Los análisis histopatológicos y moleculares demostraron la restauración estructural del tejido cutáneo tras la intervención con ACV. En conclusión, este estudio destaca el prometedor potencial del ACV para mitigar los síntomas de la dermatitis seborreica y modular la inflamación cutánea, lo que sugiere su posible uso en el tratamiento de la dermatitis seborreica inducida por DNFB.